Llegó el día en el que no tenía ni fuerzas ni ganas, se habían esfumado por sí solas, y sinceramente esta vez ya no me apetecía salir a buscarlas. No me salía de las tripas llamarte para que me contaras que tal tu día,ni ser cariñosa, ni sonreirte,llegó el día en el que ya no derrochaba amor por los poros.
Te han quitado la inocencia a base de ostias, y estas últimas...dolieron mucho más.